Publié le 27 de diciembre de 2019 en Analisis
Durante los últimos años España ha intentado llevar a cabo un proceso de profunda reformulación de su política de cooperación internacional para el desarrollo, cuyos recursos sufrieron importantes y desproporcionados recortes presupuestarios a raíz de la crisis financiera de 2008.
El primer mandato del presidente del gobierno español Pedro Sánchez, habida cuenta de su compromiso expresado en relación con el multilateralismo y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, ha levantado expectativas entre la comunidad de actores del desarrollo tanto a nivel estatal como internacional.
La posibilidad que un país como España juegue un papel más decisivo en materia de cooperación internacional para el desarrollo representa una excelente noticia para todas aquellas personas que defienden la solidaridad internacional y desean acelerar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, ¿tendrá el próximo gobierno de España la capacidad presupuestaria y la voluntad política necesarias para llevar a cabo estos compromisos y poner verdaderamente a la cooperación española en el corazón de la acción exterior del Estado?
Durante los años 2000-2008 España era uno de los donantes más dinámicos en la escena internacional. La ayuda oficial para el desarrollo (AOD) pasó de 2.000 millones de dólares en el 2000 a 5.500 millones de dólares en 2008. A lo largo de ese periodo España contribuyó activamente en la financiación de los más importantes organismos multilaterales de desarrollo como el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, la Alianza Gavi para la inmunización o el Programa Mundial para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria, por poner solo algunos ejemplos significativos.
Pero todos estos esfuerzos se desvanecieron con la crisis financiera de 2008-2009. La AOD española pasó de 5.500 millones de dólares o un 0,47% de la renta nacional bruta (RNB) en 2008 a 2.400 millones de dólares o 0,20% de la RNB en 2018. Esto corresponde a una reducción del 56% en diez años. Como apunta la ONG Oxfam Intermón en su informe “La realidad de la ayuda” de 2019, España es el país del mundo que más ha recortado la AOD (unos recortes presupuestarios cinco veces superiores que en el segundo país donde más se ha recortado la ayuda) mientras que el conjunto de países donantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han aumentado sus contribuciones por un 24,5% en el mismo periodo de tiempo.
Como consecuencia de la drástica reducción de la AOD, cuyos recursos tocaron fondo en el año 2015 con un volumen de 1.440 millones de dólares (0,12% de la RNB), España abandonó prácticamente todas las contribuciones voluntarias a organismos multilaterales de desarrollo. Ni siquiera la recuperación económica de los últimos años ha permitido revertir esta dinámica: España, la tercera economía de la zona Euro, ocupa la decimotercera posición en el ranking de donantes de la OCDE; a pesar de haber experimentado un ligero aumento desde 2015, la ayuda continúa muy por debajo de las expectativas y el gobierno español todavía no ha concretado un nuevo plan de acción para recuperar las inversiones estratégicas a los instrumentos más efectivos para acelerar la consecución de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible.
Cierto es, sin embargo, que en septiembre de 2019 el presidente Pedro Sánchez anunció una aportación de 100 millones de euros para el Fundo Mundial de lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis (la primera contribución a este organismo desde que se suspendiera la financiación española en 2010).
Desde la adopción de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, en septiembre de 2015, parece que los aspectos relacionados con la cooperación internacional para el desarrollo han ido ganando protagonismo entre las autoridades políticas españolas. Todos los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados y del Senado han estado promoviendo el fortalecimiento de las estructuras institucionales y de los mecanismos de gobernanza para asegurar la implementación efectiva de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Asimismo, la Comisión de Cooperación Internacional del Congreso de los Diputados aprobó diferentes resoluciones instando al gobierno a aumentar la AOD española hasta el 0,4% de la RNB para 2020 o a retomar la financiación de organismos multilaterales de desarrollo como el Fondo Global de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria.
A partir de junio de 2018 el gobierno español ha querido situar la Agenda 2030 en el corazón de la acción exterior española. La creación del Alto Comisionado para la Agenda 2030 o las declaraciones del presidente del gobierno a favor del multilateralismo, de la cooperación internacional y del empoderamiento de las mujeres, así como la renovación de los puestos directivos en el seno de la Cooperación Española, indican cierta voluntad gubernamental para reforzar la política española de desarrollo internacional.
Las sucesivas elecciones generales en abril y noviembre de 2019 han permitido reafirmar el compromiso de los partidos políticos alrededor de la cooperación internacional para el desarrollo. Mientras que las principales fuerzas políticas han manifestado la necesidad de redoblar los esfuerzos para acelerar la concesión de la Agenda 2030, el partido de gobierno (el PSOE) y su eventual aliado gubernamental (Podemos) se han comprometido a aumentar la AOD española hasta el 0,5% de la RNB en los próximos cuatro años.
Alcanzar este objetivo del 0,5% implicaría un aumento de la AOD española por unos 4.500 millones de dólares respecto a las cifras de 2018: una cuantiosa inversión que permitiría a España retomar un papel de liderazgo en la escena internacional y contribuir de forma determinante a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.
Leer más :
– Site web "La realidad de la Ayuda" animé par Oxfam intermòn qui scrute l’aide publique au développement de l’Espagne (en espagnol)
– Profil de l’OCDE sur l’aide publique au développement de l’Espagne (en français)
– Profil de l’Espagne sur le site Donor Tracker (en anglais)