España aprueba una nueva ley de desarrollo sostenible con la adopción del objetivo del 0,7%

El 9 de febrero de 2023, el Congreso de los Diputados aprobó, con una amplia mayoría, la nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global. Esta nueva ley va a sustituir la antigua ley de cooperación de 1998 y representa un hito importante para el gobierno de coalición liderado por el presidente Pedro Sánchez, dada su apuesta por fomentar el desarrollo sostenible, la cooperación internacional y el multilateralismo. 

Tal y como ha señalado la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, “la Coordinadora”, resulta significativo que el parlamento aprobara la nueva ley con un 90 % de votos favorables. A las puertas de la celebración de las elecciones municipales y autonómicas de mayo y de las elecciones generales de finales de 2023, todos los grupos parlamentarios menos la extrema derecha apoyaron la aprobación de la nueva ley de cooperación. Tanto los partidos que sustentan el actual gobierno de coalición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos, como el principal partido de la oposición, el Partido Popular (PP), votaron a favor de la ley. 

Este consenso parlamentario es importante porque si bien, por un lado, eleva la política de desarrollo internacional a un rango (por ahora de iure, ya veremos si también de facto) de política de Estado a fomentar con independencia del color del partido que gobierne, por otro lado, incluye medidas muy relevantes y ambiciosas con el fin de reforzar la Cooperación Española. 

La nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global incluye, por primera vez en la historia legislativa de España, el objetivo de incrementar la Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD) hasta el 0,7 % de la Renda Nacional Bruta (RNB) para el año 2030. 

“En cumplimiento de los compromisos multilaterales y de los acuerdos adoptados en el seno de la Unión Europea, España destinará, al menos, el 0,7 % de la renta nacional bruta a la AOD.”

La nueva ley de cooperación, sin embargo, no ofrece ningún indicador u hoja de ruta sobre la trayectoria financiera que debería seguir el incremento de la ayuda con el fin de alcanzar la meta del 0,7. Establece que los objetivos intermedios de crecimiento financiero de la ayuda serán fijados a través de los Planes Directores de la Cooperación Española. Deberán vigilar las organizaciones de la sociedad civil y otros agentes del desarrollo para que la promesa del 0,7 no que se convierta en un mero brindis al sol. 

Según los últimos datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),  en el año 2022, España desembolsó un volumen de AOD neta de  4.000 millones de euros, o un  0,30 % del RNB. Con esta cifra, España se sitúa en el decimo segundo puesto del ranquin de principales donantes de la OECD en volumen, y en el vigésimo puesto en proporción de la RNB. Según los Presupuestos Generales del Estado de 2023, el gobierno prevé desembolsar en 2023 una AOD total de 4.419 millones de euros y un 0,34 % de la RNB. Con estos datos, si hoy se lograra el objetivo del 0,7 %, la AOD española podría alcanzar un volumen aproximado de 9.000 millones de euros, un poco más del doble que el volumen previsto para 2023. Con estas cifras España se convertiría en el sexto mayor donante de AOD de la OCDE, mientras que hoy se encuentra en la decimosegunda posición. 

Por otro lado, con esta ley, se pretende  llevar a cabo una profunda reforma del sistema de cooperación española, reforzar los cuerpos administrativos  que se ocupan de definir, gestionar e implementar la política española de desarrollo sostenible. Junto con la reforma de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), que a partir de la aprobación de la nueva ley de cooperación va a adquirir mayor protagonismo en la formulación de la política de desarrollo al tiempo que sus capacidades de ejecución e implementación van a verse reforzadas, se prevé armonizar todo el sistema de ayuda financiera y reembolsable con la figura del nuevo Fondo para el Desarrollo Sostenible (FEDES) que va a sustituir al Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE). 

Con la aprobación de la nueva ley de cooperación, el gobierno  persigue también los objetivos  de promover una mayor centralidad del principio de  coherencia de políticas ; asegurar la atracción, retención, capacitación y especialización de los  recursos humanos ; y mejorar  el seguimiento y la evaluación  de la cooperación. 

En cuanto a contenidos, la nueva ley de cooperación subraya los siguientes principios fundamentales sobre los cuales se pretende desplegar la política española de desarrollo global : 

• Principios recogidos en la  Declaración Universal de los Derechos Humanos, la  Constitución Española, y los marcos normativos de referencia de las  Naciones Unidas  y de la  Unión Europea. 
• Solidaridad con las personas más desfavorecidas y con las generaciones futuras  en favor del desarrollo sostenible. 
• Reconocimiento de la  interdependencia y la corresponsabilidad  de todas las personas con el desarrollo sostenible y los derechos humanos. 
• Reconocimiento del ser humano, en su dimensión individual y colectiva, como protagonista y destinatario último del desarrollo, con un  enfoque de desarrollo humano y de seguridad humana, basado en derechos. 
• Universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, el respeto de la dignidad humana, incluyendo la no discriminación. 
• Igualdad de género  como un elemento imprescindible, transversal y distintivo de la cooperación española para reducir las desigualdades entre mujeres y hombres, intensificar los esfuerzos para cerrar las brechas de género, combatir todas las formas de violencia y discriminación y fomentar el empoderamiento de las mujeres y las niñas, desde una perspectiva interseccional, así como afianzar sus derechos sexuales y reproductivos desde la óptica de derechos humanos y de salud pública universal. 
• Derechos de la  infancia  como elemento transversal de la cooperación española. 
• Preservación  del planeta, el clima y la biodiversidad, como sustento de la vida humana, y condición ineludible y finalidad del desarrollo sostenible. 
• Defensa y el respeto a la diversidad en todas sus manifestaciones, incluidas la racial, étnica, social, política, ideológica, religiosa o de culto, cultural, por discapacidad, familiar y sexual, y la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. 
• Democracia, estado de derecho, promoción de instituciones sólidas, eficaces, inclusivas y transparentes que rindan cuentas, la seguridad humana, y la promoción de una cultura de paz. 

En cuanto a las  prioridades geográficas, se otorgará atención preferente a las  áreas que integran la vecindad geográfica y cultural  en el norte de África, Oriente Próximo y África subsahariana, en particular a los países de África Occidental y Sahel,  y de habla española y portuguesa, así como a los países de América Latina y el Caribe y en el marco iberoamericano.  

Por lo que respecta a los sectores prioritarios de la política de desarrollo sostenible, y en base a los objetivos expuestos anteriormente, éstos se definirán en los Planes Directores de la Cooperación Española. Sectores como la salud global, incluyendo acciones de salud sexual y derechos reproductiva o de salud materna e infantil, el desarrollo rural y la seguridad alimentaria, el cambio climático, o la igualdad de género se verán reforzados con la nueva ley. 

Por lo general, organizaciones de la sociedad civil y activistas del desarrollo han reaccionado positivamente a la aprobación de la nueva ley de cooperación. El 10 de febrero de 2023, la Coordinadora firmaba un artículo en elDiario.es enfatizando en la importancia de la nueva ley. El hecho de que España abandere el aumento de la ayuda internacional y se sume a la consecución de la meta del 0,7 % es una excelente noticia ; ahora resulta imprescindible velar para que el nuevo gobierno resultante de las elecciones generales de diciembre 2023 asuma este objetivo con determinación y no convierta la nueva ley de cooperación en un papel mojado.